Coincidiendo con la festividad de San Ignacio de Loyola, en la tarde de ayer fue reabierto al culto el histórico templo baezano que lleva por nombre al santo jesuita. Dicha reapertura se produjo tras la finalización de las obras de restauración y conservación de dicho templo, que se vinieron desarrollando desde la primavera de 2023.
Las actuaciones llevadas a cabo en estos últimos meses, con el fin de resolver los principales problemas, tras el análisis de sus patologías consistieron en la reparación de las cubiertas en las naves del crucero; actuación contra la humedad en el perímetro exterior; actuación de acabados en el interior de la nave y posterior blanqueamiento de la iglesia para devolverla a su estado más original; actualización de las instalaciones en el interior de la nave relacionadas con la eliminación de la humedad; la restauración de la puerta histórica de la fachada, el pulimentado del suelo y las labores de conservación y limpieza de los elementos pétreos de la fachada.
La inversión total de la mencionada obra de restauración y conservación de la iglesia de San Ignacio ascendió a 225.538,80€. En ese sentido, cabe destacar que la financiación de la misma proviene de manera íntegra de las arcas municipales del Ayuntamiento de Baeza, lo que viene a reafirmar el compromiso del consistorio baezano con la conservación del patrimonio histórico, como es el caso de este templo, que además es de titularidad municipal.
Además, durante la reapertura, el primer edil destacó que los trabajos de electricidad fueron realizados por el alumnado de la Escuela Taller de Mantenimiento y Montaje de instalaciones eléctricas de baja tensión que hace unas semanas finalizaba su periodo de formación, a través del Programa de Empleo y Formación.
En el desarrollo del acto tendría lugar la firma del convenio de cesión del templo por parte del Ayuntamiento de Baeza al Obispado de Jaén, con el fin de que se recupere el culto dominical, además de los cultos y actividades que de manera habitual desarrollan allí las Hijas de la Caridad, la Hermandad de la Borriquilla y la Medalla Milagrosa.
A continuación, tendría lugar la Misa de reapertura que fue presidida por Sebastián Chico Martínez, obispo de Jaén. En esta ocasión tan especial la capilla musical corrió a cargo de la coral Juglares de Baeza.
Dicha celebración transcurrió en un abarrotadísimo templo de San Ignacio, ya que decenas de baezanos quisieron ser testigos de este histórico momento, especialmente los vecinos y feligreses de este popular barrio baezano.